El cambio climático son las variaciones de temperatura y del resto de condiciones climáticas que se producen a nivel mundial. Estos cambios pueden ser naturales, pero en la actualidad, la evidencia científica es clara: las emisiones de CO2 liberados a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles ha provocado un calentamiento a escala global, y que se ha convertido en la principal amenaza a la que nos enfrentamos.

Muchas de las consecuencias que va a traer este cambio climático ya son perceptibles: Olas de calor más largas y calientes, lluvias torrenciales que provocan inundaciones mucho más dañinas, sequías que amenazan a la biodiversidad y a la agricultura, etc.

La responsabilidad del cambio climático es compartida, pues al final todos usamos combustibles fósiles, y aunque los gobiernos y las empresas tengan mayor capacidad de actuación, eso no quiere decir que la ciudadanía podamos ponernos de perfil ante un desafío que es global. Adoptar medidas sencillas en nuestro día a día, como priorizar el transporte público en nuestro desplazamiento, comprar productos locales, o ahorrar agua, pueden contribuir enormemente en la lucha contra el cambio climático.